Fecha edición: 03-01-2006

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Se constato que en el sitio hallado las labores de exhumación fueron minuciosas.

Los antropólogos Kenneth Jensen e Iván Cáceres informaron ayer verbalmente al ministro Jorge Zepeda, quien indaga el caso Colonia Dignidad, que descubrieron una fosa en la que habrían enterrado y exhumado restos de detenidos desaparecidos que pasaron por el enclave entre octubre de 1973 y fines de 1974.

Pese a que aún no se da con restos óseos, los peritos tienen certeza de desentierros. Tras el informe, el magistrado programó un viaje al enclave, que se concretará hoy.

Las excavaciones, en las que participa la Brigada de Asuntos Especiales (Baes) de Investigaciones, se concentraron en cinco terrenos señalados por testigos. Uno de ellos es Gerhard Mücke, ex jerarca del enclave que está procesado y habría participado en las operaciones.

La indagación estableció que después del desentierro de los restos, producido en 1978, cuando se ordena exhumar tras el episodio de "Los Hornos de Lonquén", ellos fueron quemados y arrojados a un río cercano. Luego, la tierra fue trabajada minuciosamente para no dejar rastro.

El lugar está ubicado a 8 km al este de la Casa de Huéspedes. Se excavaron cinco metros de profundidad por tres de ancho. No se descarta que en los otros cuatro lugares pueda haber fosas.

La investigación ha establecido que unas 100 personas fueron muertas y enterradas en Villa Baviera. En el reciente hallazgo de las fichas que se mantenían ocultas con el cuantioso arsenal de guerra, hay al menos 50 declaraciones de detenidos desaparecidos brindadas presuntamente a los alemanes.

CDE pide procesamientos

En tanto, ayer el Consejo de Defensa del Estado (CDE) solicitó al juez procesar como autores de asociación ilícita al líder del enclave, Paul Schäfer, y a cinco ex jerarcas. El magistrado tomaría pronta resolución. Para ello pidió a la Corte de Apelaciones de Santiago que le remita el expediente de asociación ilícita, luego de que el CDE apeló a la revocatoria de Zepeda de los procesamientos que por este delito había ordenado la jueza de Parral, Jimena Pérez, antes de traspasarle la causa.

La solicitud del CDE cita extractos de procesamientos dictados por Zepeda, como la infracción a la Ley de Armas y por torturas a niños de la ex colonia. El pedido identifica a Schäfer como líder y da cuenta de un consejo directivo integrado por él, Harmutt Hopp y Mücke, que decidía "todo lo que se hacía, trabajos forzados sin sueldo ni horario, restricción de las libertades personales, de otro tipo, lesiones y otros". También se señala que Kurt Schnellenkamp reconoció que adquirió material de guerra a través de contactos con personal de Ejército y que Karl Van Denberg estaba a cargo de la fabricación de armas.

El escrito incluye referencias a los grupos de protección armados con que se contaba y a la infraestructura que permitía la consumación de los delitos, como el enlace radial con la Dina, el "internado" que posibilitaba a Schäfer acceder a los niños directamente y los túneles, celdas y habitaciones ocultas "que permitieron secuestros, torturas y privación de libertad".

Igualmente se destaca la colaboración que se brindó a Schäfer en su fuga de Chile y permanencia en Argentina.